Seis consejos para estimular el cerebro

Por: Hayley Alexander

Vaya, ¿qué vamos a hacer hoy cerebro?

Neurobiología, ¿qué te parece? Ahora preparate para estrujar esas neuronas.

Nuestras mentes están programadas para ser perezosas. Por defecto, buscamos las formas más fáciles de hacer las cosas para conservar la energía y «nos sentimos atraídos de forma innata por el comportamiento sedentario», según los investigadores de la Universidad de Columbia Británica.

Su estudio, publicado en la revista Neuropsychologia, sugiere que, para conservar la energía como mecanismo de supervivencia, nuestros cerebros construyen rutinas que nos permiten realizar las actividades diarias con la menor cantidad de esfuerzo cognitivo y físico requerido. El problema es que, al hacerlo, el cerebro se estimula poco, lo que puede convertirse en un problema a medida que envejecemos.

Según la Organización Mundial de la Salud, la demencia y otras enfermedades degenerativas del cerebro afectarán a una de cada cinco personas en algún momento de la vida. Aunque hay varios factores que pueden contribuir a la aparición del deterioro mental, lo mejor que se puede hacer para aumentar la resistencia a los efectos del envejecimiento es seguir desafiando al cerebro rompiendo con las rutinas.

¿Cómo se supone que vamos a hacer eso?

Practicando ejercicios de desarrollo cerebral como estos:

Ponete el reloj al revés. Es un truco de un artículo escrito para Interesting Engineering, «esto obliga al cerebro a pensar de verdad cada vez que lo miras». También sugieren cambiar de mano, es decir, «usar la mano no dominante para hacer cosas como cepillarse los dientes».
Divertite con los rompecabezas y los juegos. Un estudio publicado en la revista Frontiers in Aging Neuroscience mostró que hacer rompecabezas aprovecha múltiples capacidades cognitivas y es un factor de protección contra el envejecimiento. Del mismo modo, podés hacer crucigramas, un Sudoku, probar tu mano en una partida de cartas o jugar al Scrabble.
Bailá o aprendé un deporte nuevo. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades señalan que el ejercicio ayuda a mejorar las áreas del cerebro que controlan la memoria, la planificación y las habilidades de organización. Las actividades que combinan mente y cuerpo, como el yoga, las artes marciales y el baile, tienen múltiples beneficios físicos y son formas eficaces de entrenar la memoria y las habilidades de coordinación.
Cerrá los ojos. Otra sugerencia de Interesting Engineering es intentar mantener los ojos cerrados ocasionalmente cuando no sea necesario mirar para hacer tareas sencillas, como doblar la ropa, ducharse o atarse los zapatos. Trabajar con los ojos vendados «forzará a tu cerebro a usar nuevos caminos neurales», mientras participas en diferentes experiencias sensoriales.
Ampliá tu vocabulario. Las pruebas de los estudios de neuroimagen muestran que tener un amplio vocabulario está asociado con una mejor memoria de trabajo y a largo plazo. Si te encontrás con una palabra desconocida cuando lees, buscá la definición e intentá usar la palabra cinco veces al día siguiente.
Dedicá tiempo a meditar. Sabías que esto iba a pasar. Los expertos de Healthline afirman que «la meditación diaria puede calmar el cuerpo, ralentizar la respiración y reducir el estrés y la ansiedad», con lo que se optimiza la velocidad de procesamiento del cerebro. Intentá encontrar cinco minutos al día en los que puedas simplemente sentarte en un lugar tranquilo y enfocar tu atención hacia el interior.

Así que, andá y ejercitá los músculos de tu cerebro, ¡es lo más inteligente que podés hacer!